lunes, 10 de agosto de 2009

Siempre hay un precio por pagar

Se nos enseña tempranamente en la vida cristiana que hay un precio que pagar por seguir a Cristo, y normalmente esto esta relacionado con las implicaciones de tomar una decisión de acuerdo a los que Dios nos enseña o de acuerdo a la cultura que nos rodea cuando estas dos corrientes se oponen, pensamos después de esto que seguir a Cristo es un camino difícil y de mucha abnegación.

Lo cierto es que aunque hay un precio por seguir a Cristo también hay un precio por no seguirlo, hay un precio por ser fiel a la esposa (ser impopular o anticuado, o pensar que se está perdiendo de alguna diversión) pero también hay un precio por serle infiel (deterioro de la relación, pérdida de confianza, culpa, hijos por fuera, separación o divorcio), hay un precio por ser honesto en los negocios (perder una oportunidad, quedarse afuera de los elegidos, ganancias reducidas), pero también por ser deshonesto (pérdida de la reputación, sanciones disciplinarias, sanciones penales / cárcel, pérdida de la confianza), y en general hay un precio por obedecer y también por desobedecer a Dios en las múltiples áreas del ser humano,

Entonces ahora que ya sabes que “Siempre hay un precio por pagar”, escoge cual de los dos quieres pagar. Cual vale la pena, cual te hará sentir realizado mañana?


La Frase:

19 »Hoy pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ti, de que te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivan tú y tus descendientes.
Deut 30:19 (NVI)
http://bit.ly/7ZduL

viernes, 7 de agosto de 2009

INTRO

Soy un cristiano en Bogotá, soy uno, pero no me gusta ser uno más,
Soy una vida como muchas vidas pero el autor de la vida puede cambiar mi vida y a través de la mía afectar muchas vidas.

Llegué a habitar aquí por el trabajo aspirando a una buena calidad de vida, pero no concibo mi vida sin Cristo Jesús, el si es calidad de Vida.

Cuando vivía en una ciudad mas pequeña estaba receloso de llegar a Bogotá tratando de evitar los afanes de esta vida que ahogan la palabra y el alma.
Esta metrópoli y propone nuevos retos para vivir la espiritualidad, pero también abre nuevas posibilidades.

De eso se trata este bloG